A mi hija,
Una niña me manda parir su padre,
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
con diez centímetros dilato al completo:
burla burlando, van cinco delante.
Yo pensé que no hallara epidural anestesiante,
y estoy a mitad de otra contracción
mas si se acaba el efecto de la inyección
no hay cosa en un buen pujo que me espante.
Por el cuello del útero va entrando,
y parece que entró con pie derecho,
pues fin con dos gritos le voy dando.
Ya asoma el cabezo y aun sospecho
que voy el parto acabando;
mirad si salió entera, y está hecho.
Dolorosamente inspirado en el «Soneto de repente» de Lope de Vega (1563-1635)
Brillantísimo. Teníamos esa idea para un post cercano pero ya nos la jodiste! (tiramos de tacos porque vemos que tu blog es taco-friendly). En cualquier caso, nunca hubiéramos llegado a este nivel. Violante estaría orgullosa de ti!
¡Gracias chicos! Pues fijaos que yo no las tenía yo todas conmigo… mi marido me ha dado mucha caña con esta entrada: que si no respeto la métrica, que si me faltan endecasílabos, que si es ABBA ABBA y yo he puesto ABBA ACCA… (y no, no os penséis que es un respetable filólogo de la Real Academia, es simplemente un tocapelotas).
Siento haberos pisado la idea, pero yo creo que Violante admite múltiples y muy mejorables variantes. Animaos, ¡hagamos que Lope se retuerza en su tumba!