Aquí La Tamagochi al aparato:
Algunos recordaréis que cuando llevaba apenas diez días en el mundo, os conté mis cinco propósitos para 2012. Poco a poco fui cumpliendo tres de ellos, me arrepentiré toda mi vida de haber cumplido el cuarto, y ahora, dos meses y medio después, os anuncio que ya me he ventilado los cinco objetivos del año. El que tenía pendiente era:
Vomitar encima del sacaleches o destrozarlo de algún modo
Ni con vómito radioactivo, ni con los porrazos que le atiza el Gremlin con el palo del tambor: Ese sacaleches no hay dios que lo rompa así que he pasado al plan B: usar mis armas de mujer para seducir a mi madre y pasar más tiempo en su pecho. Dicho así, suena un poco chungo, pero es lo que hay.
Empecé a ponerle ojitos, a sonreír a la hora del baño y a mascullar algo parecido a un «ajjjjo». También estoy utilizando de cebo la relación fraternal. Os diré que estoy hasta los huevos de que El Gremlin me estampe sus besos babosos en mitad de la fontanela, y que después de la hazaña, aplauda… ¿por qué coño aplaude? ¿por el charco que me deja? Me dan ARCADAS, pero a mi madre, por alguna extraña razón, la escena le pone tierna. Así que, para sacar tajada del asunto, ahora sonrío con arrobo en cuanto noto el aliento del Gremlin sobre el cogote. Lágrimas como puños se le caen a la buena mujer.
Y en cuanto a la lactancia en concreto, me lo curro bastante: le pongo la manita sobre el pecho en plan bucólico-pastoril y aguanto sin desayunar hasta las nueve de la mañana (que yo a mi madre me la conozco, y es capaz de enviarme a mi padre con un biberón como se me ocurra llorar antes de hora).
Gracias a mis esfuerzos el sacaleches está felizmente esterilizado y envuelto en su papel albal desde hace unas semanas. Además, he conseguido que esa mujer fría, calculadora y con corazón de hormigón armado, me diga cosas almibaradas que no voy a reproducir por vergüenza.
Creo que incluso está pensando en cambiar de rumbo y abrir otro blog con un banner de nubecitas y arco iris. A este ritmo, antes de Semana Santa podríamos estar negociando el colecho, ¿como lo veis?
Mira que es lista la Tamagochi. Pobre Gremlin, no sabe lo que le espera. Un saludo
La Tamagochi le va a dar sopas con ondas al Gremlin… lo tengo más claro que el agua desde el primer momento en que los vi juntos 😛
Sí, pero el gremlin la potará en los lazos
Ole por la Tamagochi!!! Si es que las mujeres somos más listas para lo que nos interesa… Besotes.
Es lo que tiene, con lo listas que somos no sé cómo aún no dominamos el mundo… bueno, espera… sí que lo se 😉
Así me gusta Tamagochi! Camelandote a tus padres ahora con vistas a la adolescencia. Eres un crack!
Ah! No! Pienso ser una madre malísima de esas a las que se pone verde con las amigas por teléfono… o por wassap… o por donde sea que me vaya a poner verde mi hija en el futuro, que no dudo que lo hará 😀
Si es que las madres a veces vamos de duras, pero bastan 4 tonterias y nos tienen ganadas!!, verás cuando Tamagochi y Gremlin unan fuerzas, os van a sacar lo que no está escrito, jejeje!!!
No sé no sé… yo al Gremlin lo veo más a las órdenes de la Tamagochi… va a ser el instrumento en sus manos… ya os lo iré contando, jajaja!
Nada como una caidita de ojos para camelarse a la madre más curtida… ¡no sabe nada la Tamagochi! ¡Y no ha hecho más que empezar!
Verás cuando empiece que si un besito por aquí, un «mami guapa» por allá… ¡Estás perdida amiga!
No lo quiero ni pensar… me desarma sólo con un «gueeeee» así que cuando me diga «mami guapa» como dices me va a dar algo… ya te digo… ¡que me tengo que abrir otro blog!
Bueno, bueno…te ha ganado por goleada. Nos pasa a todas, incluso a las malas madres.
Yo me creía inmune, pero reconforta saber que estáis al otro lado para recordarme que en el fondo somos también débiles. Gracias amiga! 😀
Ya ha aprendido que se consiguen más cosas por la buenas (lo que viene siendo manipulando…). Y eso que todavía no conoce a La Pelotilla…
Ay… que miedo me doy… no sabes cuánto me acuerdo de tí en según qué cosas… si alguna vez te pido que me dejes acompañarte a según que sitio, por favor, RECUÉRDAME QUIÉN SOY Y CÓMO ME CONOCISTE y no me dejes caer en la tentación. Aunque creas que es por mi bien ¿me lo prometes? 😛
LA tienes en el bote, un guiño más y se hace presidenta de la «liga de la leche», si es que la tamagochi es mujer y eso se nota en lo que a camelar y barrer pa casa se refiere jejej.Suerte!
Ya la veo gateando y llevándome de la oreja a las reuniones… Gracias por los ánimos, voy a necesitar el apoyo, me temo!
Jajajajaja, como dice la profe de la guarde de Criatura… las mujeres somos cabronas desde que nacemos…
Pobrecito Gremlin… y pobrecita tú, mala madre… te vas a cagar!
«Cabronas»??? Dicen «cabronas»??? En la guarde del Gremlin, perdón, escuela infantil, que lo de «guarde» tampoco se puede decir, lo más subidito de tono que dicen es «revoltosillo». No se admiten adjetivos que no acaben en diminutivo. Si digo «cabrona» yo creo que expulsan al gremlin como efecto colateral… 🙂
Me ha encantado lo de los besos en la fontanela…. si que sabe tu gremling que pasa de besos en melón craneal, él tira a cráneo tierno….lógico que a la madre se le haga el corazón puré de patatas….
Ay… pero no veas que grima… ese cachito de piel que sube y baja con la respiración lleno de babas gelatinosas de gremlin… La pobre claro, se queda ahí mirando como diciendo ¿esto es necesario? ¿en serio? Pero luego sonríe y me desarma.
Estoy echada a perder, necesito resetearme 😉
Hostia, vas a convertirte en un ídolo del apeguismo! De practicante estivillera y biberonista a presidenta del club lactivista y colechador. ¡La hija pródiga del buenmadrismo! Por eso al final no te apuntaste al Menudo Fest; el rock and roll es para rabenmutters! XDDD
Me gusta jugar al despiste, ya sabes… aunque esta vez se me ha ido de las manos y he cruzado la línea. Jajaja!!
Grande la Tamagochi !!!!
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