Gaudeamus igitur

Buenas noches hermosos,

Os escribo desde el lamentable estado en el que me encuentro después de una comida pantagruélica (¿se escribe así? ni fuerzas tengo para mirarlo en google) en la que me marqué un pedazo brindis al sol por mí y por todos mis compañeros (y por el Tribunal el primero).

Después de tres copazos como tres pianos y doce cigarros que me han sentado como un tiro (una es muy dura, pero la lactancia pasa factura), doy por celebrado el día. Coño, ¡qué bien me lo he pasado! Aquí si se trabaja se trabaja, pero si toca celebrar, lo hacemos como si no hubiera mañana.

Pero bueno, que yo he venido aquí hablar de mi libro mi tesis. La presentación me salió bien, es decir, ni  me trabuqué ni me salieron tanzanitos salpicando al tribunal… aunque bueno, después de fundir un puntero láser a base de ensayar, malo hubiera sido que me hubiera quedado en blanco.

Para sentirme más segura decidí agarrar el micrófono con todas mis fuerzas y antes de la cuarta diapositiva le dí al «off» sin querer. ¡Oye! ¡Qué templanza la mía! Al fin y al cabo si una es capaz de escribir una tesis también es capaz de encontrar el «on» sin llamar al bedel, así que lo solucioné sin problemas.

Cerré la exposición con una frase muy bonita para que todos dijeran «oooooh», que eso siempre gusta. Y no, no puse foto de los gremlins en el power point apelando a la fibra sensible. Una tiene su dignidad.

Luego vinieron las preguntas: un tiqui-taca. Un tiqui-taca de 45 minutos, con fintas y regates incluidos. Puro espectáculo. Y no me preguntéis por qué, es complicado de explicar, pero os juro por lo más sagrado que al responder una de las preguntas nombré a Cristiano Ronaldo. Me la jugué un poco… porque os aseguro que mi tesis no va sobre fútbol… pero en cierto modo pensé que venía a cuento y lo solté. Con un par.

El caso es que al final me fui de allí con el Cum Laude y más feliz que una perdiz.

Por la mañana estaba como un flan, pero mi santo esposo me fue leyendo vuestros comentarios de ánimo vía blog, twitter, facebook, whatsapp… ¡y hasta sms! (mira que algunos sois carcas). Mil gracias a todos, me hicieron muchísima ilusión ¡Sois un solete del que calienta en agosto! Mención especial para mis amigos Pablo y Maria José y las fotos que «tomé prestadas» de su blog para la presentación… es de justicia decir que ellos también se llevaron unos cuantos piropos por parte del tribunal.

Y ahora, con la venia, su ilustrísima doctora se va a la cama, no sin antes deciros que os quiero a todos muchísimo (hay que ver que cariñosa se vuelve una con tres copas de ná).

Muchos besitos,

La Madre del Gremlin