How to be a trendy mother (III): De cupcakes y classy mothers

Un cupcake no es una magdalena, ni siquiera es un muffin. Un cupcake es una filosofía de vida: la Filosofía Maleni, cuya exposición y resumen del pensamiento recoge el imprescindible blog maleni y cuya piedra angular es tan dura como el frosting que la recubre. Llegados a este punto, y si el blog maleni no me corrige, quiero matizar una cuestión: una mujer puede ser maleni, incluso un hombre puede llegar a ser maleni (conozco alguno) pero sólo una madre puede ser mamaleni. Ellas son el paradigma de la auténtica trendy mother en cuestiones culinarias.

Y ahora, para convertiros en verdaderas mamalenis, os propongo estudiar a conciencia estas diapositivas o slides,  como diría el típico marido consultor de cualquier trendy mother que se precie.

LA EVOLUCIÓN DE LA MAGDALENA A TRAVÉS DE LA HISTORIA

(De como una nena-magdalena de los ’80 puede convertirse en Trendy Mamaleni en los albores de los 30)

La palabra magdalena aparece documentada en nuestra lengua por primera vez a mediados del XIX. Vamos, que no son de ayer.

A la rubia, en agradecimiento por mostrar interés en el post de ayer (cuando casi todo el mundo dio la espantada), y aunque sé que va buscando ideas noñoñas, le dedico una slide con algunas cupcake-mariconadas para la fiesta del 2º cumpleaños de Jomío. Estoy segura de que hagas lo que hagas será un exitazo… y si no, déjale jugar con un par de cajas de la mudanza, esas de la vajilla buena, y verás como lo recordáis toda la vida.

Poner botellas de vidrio en fiestas para niños de dos años es una idea muy trendy (y de bombero torero).

Y ahora queridas mías, si alguna de vosotras pensó alguna vez que La Madre del Gremlin se iba a poner a dar recetas de cupcakes en su blog, a indicaros como darle el punto al frosting, o a enseñaros como dejar bien lisito el fondant… en serio, ¿vosotras me leéis en diagonal o qué? ¿por quién me tomáis? Sin embargo, por si alguien se había hecho ilusiones, os dejo el enlace a una web muy mona y muy trendy mother donde lo explican todo fenomenal. Sólo pienso en vosotras.

Siento decepcionaros, pero debéis saber que yo no soy una trendy mom, sino una classy mom (ojo, no confundir con classic mom).

Las classy moms, no necesitamos estar a la última, ni seguir tendencias, porque el estilo y saber estar son nuestro sello personal. A nuestro lado, Isabel Presley parece Belén Esteban.

Cuando una classy mom como yo quiere preparar magdalenas, lo primero que debe hacer es consultar a su classy Suegra. Ella, que además de classy cuegra es e-abuela, en menos de cinco minutos os habrá enviado por whatsapp su receta familiar, esa que pasa de generación en generación. No hay nada más classy que seguir  la misma receta de las magdalenas que desayunó vuestro esposo siendo un niño hasta convertirse en el gran hombre que es hoy… ¡toma frase!

¿Es classy o no es classy mi suegra?

Libro gordo de Petete, digo, de mi suegra.

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Una vez conseguida la receta perfecta, nos ponemos manos a la obra. Confieso que no he hecho magdalenas en mi vida pero si las hiciera, el resultado, sin duda, se asemejaría al de dos classy blogueras de éxito a las que pedí ayuda para mostraros el camino:

1- En primer lugar consulté con Mamá en Alemania. Al fin y al cabo ella es madre de tres polluelen y eso es un grado. Además soy muy fan de su tercer blog, donde hace reseñas sobre libros muy classy para niños (decir que soy fan de su primer blog a estas alturas sonaría demasiado mainstream, ¿quién no lo es?). Aquí os dejo la secuencia de como cocina magdalenas la teutona:

2- A Wed hace poco que la conozco, pero le gustan las sillas y Sargadelos. No necesito más. Si queréis seguir a alguien que sepa de moda, pero que sepa de verdad, y no os llene el TL con chorradas, dadle al follow. Toda una lección de clase y buen gusto cuya filosofía se resume así:

«Puedo saber más que muchos de los que están dentro pero a mí me da de comer otra cosa y este blog lo abrí por pasión, no para que marcas de quinta me regalen cosas de sexta. Ahora, acepto que Chloé me regale un bolso» 

Así son las magdalenas super classy de esta anti-egoblogger. Espero que ya estén  perfectamente etiquetadas en Pinterest… ¡son de anuncio!

Y aún tengo un tercer ejemplo del buen hacer magdalenero. Justo a las 23:45h, rozando el cierre de la edición de este post, recibí un e-mail sorpresa con ¡unos muffins! recién horneados por Coherente. Bien sabe ella que esto no estaba planeado. Un día conocí a esta classy mom comentando por esos blogs del mundo y ha acabado recalando en la casa del Gremlin, donde sin duda, se le aprecia. La experiencia es un grado y las koleshi DIY de su pre-adolescente  le dan mil vueltas a las que me gritan «llévame a casa» cada vez que voy al Caixa Forum.

Un honor contar con "su obra", señora.

Tres estilos, y tres mujeres a las que por sus magdalenas las conoceréis. Personalmente no tengo el placer, pero las que he leído lo suficiente como para saber que tienen dos dedos de frente. Ni hace falta ser una «descastá» como yo (juro que llamé asustada al servicio técnico porque el horno seguía haciendo ruido aún apagado: es el ventilador, señora, no se preocupe que se apaga sólo -risas-) ni por el contrario hay que volverse loca para apuntarse a la sección femenina del cupcake. No perdamos el norte.

Sin embargo, y para terminar este post, debo haceros una confesión: en el fondo yo soy un poco maleni. Un poquito… lo justo para emocionarme cuando, tres días después de salir de cuentas, cuando empezaba a ponerme nerviosa, mi hermano y su novia se cruzaron medio Madrid para regalarme estas cupcakes:

El mensaje decía:
"muy pronto un regalito va a entrar en casita"

¡MALENI TOTAL! lo reconozco, pero ¡ay! qué bonito…

MI AGRADECIMIENTO ETERNO a todas las classy girls que, de un modo u otro, han colaborado en este post: gratistotal, mamaenalemania, LasvocesdeWed, @Coherente, mi suegra  y La Tía María.

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