El sentido del ritmo es uno de los infinitos dones que el cielo no quiso darme.
Ya con tres añitos empecé a notar ciertas dificultades para coordinar los pasos en el corro de la patata. Entendí que mi inexistente gracejo sería una desventaja competitiva en la vida y con seis años pedí a mi madre que me apuntara a Sevillanas. Lo mío era afán de superación. Olé.
El profesor era una loca que apestaba a sudor y pachuli a partes iguales y presumía de haberle hecho los coros a Locomía. Jamás me lo creí. Siempre llevaba unos pantalones de cuero marcando paquete y me quedé con las ganas de decirle que usando prendas más ligeras quizás olería mejor. Yo con seis años ya pensaba mucho sobre algunas cosas. Un buen día el Sr. Locomía decidió hacernos un «examen sorpresa» de «la primera» y «la segunda». Las que no lo hicieran bien, bajarían de nivel con las niñas de cinco años. Sufrí muchísimo durante los treinta segundos que pude engañarle. Cuando me miró señalando hacia el «grupo infantil», yo le señalé hacia los abrigos, cogí el mío, y me largué. Aunque torpe, siempre he tenido mi orgullo. Fue mi primer fracaso con las Sevillanas.
El segundo fracaso llegó años después. Con catorce, y recién estrenada la afición a las discotecas light, empezaba a evidenciarse mi desventaja competitiva. Armada de valor, me apunté a clases de baile en el colegio con una supuesta vieja gloria. Un tapón huesudo con muy mala leche, de pelo negro y flequillo cortado con escuadra y cartabón. Al ritmo de «riá riá pitá» los volantes se me volvieron a enredar entre los pies.
– Niña, dile a tus padres que no vengan a la función de fin de curso porque en el espectáculo de Sevillanas ni para la última fila nos vales.
– Pero, ¡yo quiero bailar! (modo Billy Elliot on).
– Pues… hay un hueco en el grupo de aurresku, por si quieres aprender algo.
Acepté aquella envenenada oferta disfrazada de segunda oportunidad. No sé por qué extaña razón creí que apreder a bailar aurresku podría ayudarme en la discoteca light. Con catorce años mi capacidad de razonamiento era bastante peor que la que tenía con seis. Obviamente, tampoco aprendí a bailar aurresku y la tapón huesudo se rió por debajo del bigote cuando abandoné hundida sus clases. Riá riá, pitá.
Pasó el tiempo y me resigné a ser la chica «un paso izquierdo, un paso derecho». Con gran esfuerzo conseguí coordinar aquello del Saturday Night y La Macarena y llegué al Colegio Mayor salvando dignamente los muebles. En aquel momento mi marido en forma de novio llegó a mi vida y me pidió que nos apuntásemos a bailes de salón. Él estaba enamorado y aquello hubiera significado el fin, así que decidí engañarle. Lo hice por él, por nosotros y por nuestros futuros hijos. Durante años me las arreglé para hacer coincidir mis inexcusables entrenamientos de ping-pong con el horario de los bailes de salón. ¡Qué fatalísima casualidad! Tuve que confesarle la verdad días antes de casarnos, ante su desesperación mientras ensayábamos el vals.
Esta tarde El Gremlin me ha obligado a poner por cuadragésimo quinta vez el CD del niño ketchup. Para acompañar a «Noche de Paz» se ha sacado de la manga una coreografía que incluía los mejor de los pajaritos de Maria Jesús junto con los gorilas de Melody. Todo ello coronado con una entregada sonrisa de «¡cómo me estoy divirtiendo mamá!». Está claro que el pobre ha heredado «mi don» pero aún no es consciente. Y lo peor es que disfruta bailando, cosa que yo no he hecho en la vida. Cómo nos lo vamos a pasar.
PD: Agradecimientos a mi amigo Merce, que aun conociendo mis habilidades, hace poco tuvo el arrojo suficiente de sacarme a bailar (y apostillar un sincero: no conozco a nadie que baile peor que tú). En ti deposito mis esperanzas para hacer del Gremlin un bailarín de provecho (y si lo puedes reconducir al boxeo, casi le veo más futuro). No me falles.
Así que por eso cuando salimos solo hablas, ni un contoneo de cadera jajaja.. Pues yo soy de las tuyas, no llego a esos extremos, pero una mezcla de vergüenza total y arritmia, se apoderan de mi si salgo de bailoteo, para acabar dando saltitos y moviendo la cabeza, como si eso fuera a engañar a alguien.
Cuando Merce de clases al Gremlin, preguntale si acepta mayores de 2 años, por caridad.
Me has pillado amiga. Intento procurarme un lugar al abrigo de la barra y algún individuo con el que entablar conversación (camareros se valen). Si la cosa se anima (es decir, si me tomo unos cuantos GTs) es posible verme gritar alguno de esos greatest hits de los 80. Poco más. Si suenan rumbas me entran ganas de hacer pis o salir a fumarme un piti.
Hablaré con mi amigo, es buena persona, pero no hace milagros.
Después de varios intentos, está claro que se me quería acallar. Tengo que dar la razón a la Gran Gremlin, después del baile necesité rehabilitación, y no es exagerado. Si el pequeño Gremlin va por el mismo camino, lo único que puedo hacer es regalarle a la futura Sra. Pequeño Gremlin unas muletas y un vale para quirófano, lo siento, aunque… peor sería bailar con la Gran Gremlin, jaja.
Lo de la «Futura Sra. Pequeño Gremlin» te ha quedado un poquito retorcido… pero bueno, si soy capaz de acordarme de ese «apelativo» quizá lo emplee. Y empiza a sufrir por esa chiquilla (que a lo mejor ahora mismo no ha nacido, o la están pariendo…) porque en cualquier caso tendrá que «bailar» con la Gran Gremlin, si no literal, sí al menos figuradamente. Y en ese momento preferirá un chotis agarrao con su novio. Puedes estar bien seguro.
QUERIDA MADRE DEL GREMLIN , NO TE TORTURES,ESTO PASA MUCHO. EN TODA MI VIDA HE SIDO INCAPAZ, NO DIGO YA BAILAR CON RITMO QUE, A MI LAS SEVILLANAS ME SALEN A RITMO DE JOTA Y SOY MURCIANA, CARTAR O JUGAR A ALGUN DEPORTE EN EL QUE TENIA QUE CORRER CON PELOTA EN LOS PIES O EN LAS MANOS,JA IMPOSIBLE. ADEMAS CON UN PADRE DE MIS HIJOS QUE NO SABE QUE EL RITMO EXIXTE MI PRIMER HIJO , POBRE NO TIENE DOS PANOS Y DOS PIES ES QUE DE TORPE PARECA QUE SON CUATRO PIES,UNA PENA. Y HEMOS SOBREVIVIDO TODOS. ASI QUE ANNIMO QUE DE ESTA SE SALE. P.D. ME ES IMPOSIBLE INCLUIR COMENTARIO EN TU BLOG. BESICOS HERMOSA.
Imposible no ha sido porque me has dejado uno y bien bonico. Muchas gracias por no desistir 🙂 Me parece un poco cruel lo de que tu hijo tiene cuatro pies… más que nada porque a mí me dicen que mis manos parecen pezuñas… y entre eso y que me como las uñas el cuadro es brutal. En cualquier caso, reconfortan tus palabras. De la jota ya hablamos otro día, porque también lo he intentado. Tengo (tenía) más moral que el alcoyano. Un beso!
Ay amiga, yo también probé con las sevillanas, el ballet y las castañuelas. Menos mal que un esguince me hizo dejar el ballet, así no tuvieron que echarme….
Nos dedicaremos a hablar y no a bailar, es lo nuestro.
Besos
A mí el ballet se me fue crudo… no hubo oportunidad… de lo cual le estoy al destino eternamente agradecida. ¿Quién necesita bailar cuando se puede tener una charleta en condiciones? Con conversadoras como nosotras los contoneon huelgan. Besitos querida 🙂
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Bueno, siempre te queda acompañar a los chicos en la barra de la disco y tamborilear con los dedos al ritmo de la canción (si coordinas los dedos, por lo menos) 😉
Sí, lo de los deditos no lo llevo mal del todo… incluso creo que podría aporrear un tambor con cierta dignidad. Lo malo de la barra es que sale carísimo, y además engorda. Bailando quemas calorías y es gratis. Pero bueno, es lo que hay 😀
Piensa que si además de tu capacidad intelectual , tu arte para escribir, tu gran gestión en organizar eventos, supieras bailar, todas te tendrían mucha manía, y más vale ser pato mareado rodeado de amigos, que un cisne bailador solo, en medio del lago…
No es posible tenerlo todo, jejeje, yo no bailo mal (creo), pero soy incapaz de entonar cumpleaños feliz….mi gran trauma, el canto.
Suerte con Gremlin, todavía puede desarrollar esa parte del cerebro, que controla la música..no lo des por perdido.
Un beso, y que siga el ritmo…aunque sea a destiempo, 😉
Me ha encantado lo de que mejor pato mareado que cisne solitarios en mitad del lago… Los cisnes no caen simpáticos ¿verdad? Y al fin y al cabo me has llamado pato mareado… lo de patito feo podría haber sonado peor todavía… jajaja. Gracias por esa sarta de piropos mañaneros hermosa, eres única para resucitar boticarias de guardia 😀
Y que el ritmo no pare, al ritmo que sea!
Querida Gremlin:
Te imagino con tu traje regional bailando el aurresku y se me parte el alma. Un segundo. Luego recuerdo que a cambio Dios te ha dado una lengua viperina y vuelvo en mí.
Lo mío con el ritmo es peor. A mi juicio llevo dentro la mismísima esencia del Soul. Soy todo black rythm. Por desgracia, no todos los mortales -en realidad más bien pocos- saben apreciar mis coreografías y mis, siempre a mi juicio, sensuales sin resultar groseros contoneos de cadera.
Mi arte, como el de Van Gogh, no está al alcance de todo el mundo. Sólo me cabe esperar que aquellos que ahora se ríen disimuladamente cuando tomo la pista poseída por Tersipcore (según Google la diosa griega de la música), entren en razón cuando la posteridad me consagre como lo que soy, una gran bailarina incomprendida.
Qué vida esta…
¿Y no has pensado por un segundo que mi lengua viperina puede ser fruto de soportar a los locomías de turno y de vestir trajes regionales con fingida devoción?
Mi madre siempre dice que yo era un alma blanca y en algún momento me torcí. No me apetece dejarme el jornal en psicoanálisis pero en cualquier caso no hay que estudiar mucho para saber por aquella época van los tiros…
Por otro lado, espero que tu amiga Tersipcore, por el bien de la ciencia que protege, sepa contenernos (o suministrar GTs cantidad suficiente al resto de la humanidad) si algún día tú y yo tenemos a bien reunirnos para dislocar nuestras caderas al unísono. Visualizarlo por un agujerito me provoca los mismos espasmos que tu amigo Frank.
Aunque veo que tú eres como mi hijo. Lo disfrutas, por tanto #hayesperanzaparaelgremlin
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Y yo ahora que te digo… pues lo del aurresku no me lo creo, porque por cosas de la vida domino los dos bailes las sevillanas y el aurresku, y le veo mas facilidad al primero y te veo más en ello que levantando pierna y saltando al ritmo de chistu, el caso es que me he reido a no poder más, y eso en un dia como hoy te lo agradezco 😉
Eso sí al gremlin le ayudas que pa eso le gusta y sino vuelvo a repertir secuentro a can peinetas donde lo trendy no domina pero lo bailongo un rato largo.
De todos modos en este mundo hay mucho insensato que no sabe apreciar el estilo-libre una modalidad cada vez más usual.
Empiezo a enteder tu afición por los GT
Saludos y me has sacado una sonrisa mañanera
Pues chica, yo debo de ser rara, pero a mí lo del aurresku me parecía mucho más sencillo… había que corretear un poco y dar un par de saltos… Además, al tratarse de un baile no de masas, las probabilidades de hacerlo mal sin que se rían de ti eran mayores ¿quién sabe? Sin embargo, quien más quien menos sabe enlazar cuatro pasos sevillaneros.
Lo de los GTs… pues eso 😉
Ay, Gremlin, con esta entrada sí que me has tocado la fibra sensible…
En segundo de BUP, cuando preparábamos el villancico de Navidad en grupos, la profe de música me pidió que «sólo moviese los labios».
Ahora, lo del baile, con gintonics se cura momentáneamente. Al cuarto gintonic yo muto en peonza…
Dios las cría y ellas se juntan en la #RAEPI
Madretigre, estudios de prestigiosos Institutos y Universidades relacionan altísimos cocientes intelectuales con ciertos desajustes -o decalajes- en el cerebelo; entre ellos, el que provoca la arritmia.
No es casualidad que una Doctora como la Gremlin o yo misma la padezcamos, ¿no crees?
El estudio es de la universidad de Wisconsin ¿verdad? No me digas más.
La Universidad de Wisconsin es como la Universidad de la Vida. Tiene su público y no hay que desprestigiarla. A la vista de los acontecimientos y el pelaje de los arrítmicos destapados en mi TL, estoy en condiciones de afirmar que el desajuste o decalaje (ejem, cuánta mala leche) es una VIRTUD.
Y no quiero hacer sangre, no quiero, no quiero. Pero sólo salvo honrosas excepciones (como Concha Velasco que me fascina) sólo hay que ver el nivel maribel de los bailarines del país.
No digo más.
Pues soy de las tuyas, no sincronizo mis movimientos en la danza, sea cual sea.
En los festivales de ballet me ponían la última, dicen, porque era la más alta. Nunca lo creí.
Mis hijas lo han heredado. Una ya ha abandonado su idea, la otra tiene más moral que el alcoyano y está perfeccionando una versión break-karate-sexy dance…como buena madre me deshago en aplausos.
¿Quién? ¿La Cantante o La Pintante? Espero que la cantante, si no, me defraudaría… Así que la más alta, eh?? Cuánta crueldad.
Por supuesto, la cantante…hará carrera en Jolivus…tiempo al tiempo.
Jajja…voy a enlazar un comentario a mi comentario de tu respuesta…cómo me gustan las cadenas…al lío. Si será de familia la poca gracia al danzar, que recuerdo a un tío mío en una reunión familiar confesando que si se tenía que bailar, se bailaba, pero que no sabía qué hacer con las manos…pues en mi boda bailamos todos. Eramos fáciles de distinguir, los «braci-caídos» de pierna ágil eran mis invitados; los «braci-agitados» de mi marido y el resto amigos.
Jajaja, lo estoy visualizando perfectamente… como si fuera un videojuego. Y al hacerles click en el culete, unos y otros mueven o no los brazos en función de la rama familiar a la que pertenezcan. También se podrían introducir variantes tirándoles de la corbata… jajaja. ¿Demasiado friki incluso para ti? Si la cantante va a jolivus, lo que voy a presumir, ay ay ay.
Madre mía, gremlinmum, qué grandísimo este post. Hacía mucho que no me lo pasaba igual!
Me he puesto en situación, aunque yo siempre he bailado razonablemente bien (excepcionalmente bien, según mi madre, claro). Eso sí, o me engañaba(n) o he perdido mucho o mamanatas me quiere tocar la moral, porque dice que no tengo ninguna gracia bailando ahora. Con lo que yo he sido!
Confiesa: lo del aurrescu es una licencia literaria, no? 😛
¡Venga ya, hombre! Después de lo del aeróbic no me creo que sepas bailar. ¿No habíamos quedado que allí no coordinaste ni un movimiento?
Di a entender eso? al revés! Las coreografías eran sumamente ridículas, pero llevo el ritmo como un reloj!
Es una conspiración. Te lo digo yo que el padre tigre no hace más que tirar tierra sobre mi tejado.
Hasta mi madre dice orgullosa en las bodas, cuando me ve bailar: «hay que ver qué bien baila mi niña»!!!
Ese dato es irrelevante.
No del todo irrelevante. A mí la mía me dice: «hay que ver qué poquita gracia tienes hija». Lo cual demuestra que o bien bailo peor que tú, o que he heredado su mismito instinto maternal…
Mi madre mi idolatra hasta tal punto que reajusta -¿recalaja?- su visión del mundo en función de mi actividad. Lo que ha permitido que yo disfrute de una saludable autoestima…
Señor Paparracho, cuánto tiempo sin verle por aquí. Casi diría que últimamente nos vemos más en 1.0 que en 2.0… Por cierto, lo de «razonablemente bien» suena de un creído…
Y ya me gustaría a mí que lo del aurresku fuera una licencia. Verdad verdadera. Así estoy yo.
No sabía yo que en tu tierra hubiera academias de eso. Lo que aprendo contigo, morena!
Tengo el reader abandonaíto del todo. Últimamente sólo entro a leer cosas que encuentro, de repente, en el Fb o en una esporádica inmersión en el twitter, pero no te preocupes, que si hay 4 ó 5 blogs de los que no me pierdo un post, uno es el tuyo, ya lo sabes.
En mi pueblo hay una peña del Bilbao y otra del Cádiz, así que todo es posible. Pero no, lo del aurresku fue cosa del internado. Lo mío era ser mártir por los cuatro costados!! Gracias por los cariñitos 😀 Vosotros, como no publicáis, no tenéis pérdida… ¡vamos vaguetes!
Te diré que los que bailamos no es que tengamos ritmo, es simplemente que no tenemos vergüenza. Así de llano.
Al Gremlin déjalo, pobrecico. No le digas nunca lo mal que baila, le crearás un prejuicio totalmente innecesario. Además de poder provocarle un trauma. ¿No ves lo que dice la Madre Tigre? Pues eso, seguro que nadie le dijo de pequeña que bailaba mal.
Yo tengo un muy marcado sentido del ridículo para según que cosas… y el baile es una de ellas. No consentiré que mi hijo sufra el escarnio de un Sr. Locomía, ni de una vieja maestra resabiada. Ni de coña, lo siento, se llevará el hachazo directamente de su madre. Los trapos sucios se lavan en casa.
Estas cosas no se desvelan, que se pierden puntos… en fn, ya te dará yo algunas clasecillas si quieres que para eso gané hasta un concurso de salsa y me fui por la patilla al CARIBE de luna de miel.
¿Qué me dices? Tú húndeme más en la miseria si cabe… A estas alturas no tengo propósito de enmienda pero oye, si eres capaz de conseguir algo conmigo, te pago yo el viaje al caribe otra vez… Bueno no, me retracto, que tú eres capaz de conseguirlo y casi prefiero yo autoinvitarme al caribe y no saber bailar 😛
Si le pagas un viaje al Caribe, igual se encuentra allí con el papá del Gremlin!!! 😉
Lo que me faltaba ya… y que me pongan fotos en twitter! 😛
Que no, que eso solo fue una vez y ya no he vuelto a ir por esos lares… snifff
Enhorabuena amiga por romper una lanza por la Universidad de Winsconsi y todos sus estudios, esta claro, me veo tan reflejada en ellos como en tu post, los Doctores con pin y/o premio no tienen ritmo.
Ni la Musica ni el baile fueron dones que vinieran de serie en mi equipamiento y claro eso me convirtió en víctima de la bien descrita vieja gloria con flequillo medido con nivel de albañil y bigote de coronel chusquero
¡Oh no! ¿Tú también la sufriste? ¡Debí suponerlo! Cómo la odiaba… mira que yo le ponía voluntad, pero la tía era una zorra. Y ahora digo yo… ¿por qué coño nos apuntamos a eso? ¡Si no era obligatorio! De mi clase sólo iba otra chica (la hija de la de física) y yo. Ella porque le gustaba (y encima no la trataban mal) y yo… por puro pundonor de aprender algo para lo que no estoy programada genéticamente.
La Universidad de Wisconsin es lo más. Hasta que no me den un pin con una W no pienso parar, y tú deberías hacer lo mismo.
¡Oh si¡ Yo también la sufrí, y lo que no le perdono es que con apenas trece años me condenó al infierno por el odio eterno que le juré a ella y a sus castañuelas.
No le deseo eso ni al Gremlin, ni a Tama ni a mis futuros Bacaladitos en potencia que visto los genes lo tienen crudisimo en las pistas de baile.
Seriamente me pregunto ¿Eramos masoquistas? Después del intento pedagogo de la Ría Ría Pita atandome lacios de colores a las pezuñas y gritando:» rosa alante, azul atrás» y comprobar que no podía hacerme coordinar el arcoiris de los osos amorosos con los pies me mando a clases de Tango… Creo que lo hizo a propósito…
A tanto llego lo mío que me ato lazos rosas y azules en los pies para que supiera que pie tenia que mover y ni por esas lo consiguió, se dio por vencida y me dijo que del sur solo iba a conseguir tener el acento y las caderacas… Me dejo hundida la moral para el resto de mi vida como bailarina.
Años después, con la carrera terminada y con mas moral que el alcoyano, me apunte a salsa y el profesor, tipo guapo donde los haya resolvió el misterio de mi atrofia: » tu lo que eles es zulda mi amol»!
Pues eso, que en el baile voy al revés!!!
Me encanto verte y bajastes las escaleras con ritmo, así que no bailaras tan mal.
Besito
No sé si las bajé con ritmo, pero dudo de que no te dieras cuenta de que al subir se me enganchó un tacón y perdí el zapato pasando la vergüenza de mi vida… ¿Así que zurda de baile? Yo creo que el buenorro lo que quería es que te sintieras especial, a saber con qué intenciones. Anda…
¡El detalle del zapato me lo perdí! Los años no perdonan. Las facultades se van perdiendo y esta visto que yo las pierdo a puñados.
Seguro que esta las glamourosa hasta sin zapato,
Pd. El buenorro sigue estando buenorro aunque hayan pasado 10 años y peine canas. Doy fe, el martes me lo encontré en ese agujero negro donde va a parar toda la gente que conoces el día que no quieres ver a nadie: el corte ingles de Goya.
ECI de Goya nunca ha tenido mejor definición. Desde la tía abuela de mi marido pasando por las monjas de mi pueblo me he encontrado entre sus muros… Me apunto esa definición. Ah! Te mandaré foto de mi tacón. El cabrito de mi marido se entretuvo en hacer fotos de toda la secuencia…
Lo que más gracia me hace es saber que lo del aurresku no es inventado. Tranquila, esperemos que el Gremlin haya salido a papá en lo del baile y que la Tamagochi no se tropiece bailando, que ya sabemos lo que pasa…
¿Pensabas que te había mentido? Ya te lo dije cuando se casó tu hermano… mi realidad supera la ficción. Aunque total, para nada. En cuanto a lo de las postraciones, dejémoslo estar. Creo que jamás podré borrarlo de tu memoria… ¿verdad? 😦
Por desgracia (o por suerte según se mire y en el momento, lugar y posible pareja que te toque en suerte) soy de tu misma tribu… nula en el baile y además nunca jamás de los jamases, he conseguido que mis eventuales parejas «me llevasen»… Por mucho que una profesora de bailes de salón que tuve, me repitió hasta la saciedad… «dejate llevar… déjate llevar…. Con una buena pareja, bailarás… si te dejas llevar…» Nada… yo a mi marcha!! En aquellos cursos tuve un «Momento tango»…. que quedó para los anales de mi historia ridícula… ahora me río… pero entonces… qué mal lo pasé!!
Otra divertidisima entrada!! Gremlinforever!! 😀
Gracias Yolanda!!! Que no, que es un cuento chino… lo de «dejarse llevar» es para los que tienen el ritmo metido en el cuerpo. Para los demás es un suplicio infructuoso. Yo me intenté «dejar llevar» con mi amigo, que sí sabe, y mira tú… acabó elevando los ojos al cielo y preguntádose cómo era posible 🙂
Un besazo!
Vaya! amiga mía…¡urge una ida a mi pueblo contigo y con el Gremlin! de sevillana y de aurresku se lo mismo que castellano y del vosotros pero de cotonear las caderas y dejarse llevar al ritmo de la música se bastante más uuuyeaaah para algo soy «latinaaaaahhhhhh» jajaja así que pon fecha que te llevo 😛 ya verás como Critter en un dos por tres le enseña pasito a paso al Gremlin juars juars 😛 un besote desmadroso
No me cabe la menor duda queridísima… al igual de que no tendrás tú duda de que se me da fatalísimamente también cualquier otro tipo de baile, llámese salsa, rumba, y casi paquito chocolatero. Podemos irnos a tu pueblo, a tumbarnos al sol… a beber como si no hubiera un mañana… incluso a ver a los mayas… pero no me esperes en una lección de ritmo. Es tarde para madre gremlin. Tendremos que vivir con ello amiga 🙂
Bueno no podías ser buena en todoooo que ya dabas asquete pero te prometo unas piñas coladas y unas margaritas que verás como en un plis plas te tienen marcando el ritmo con el pie besoteeeessss
Gracias por la invitación, que por cierto me recuerda que tú y yo teníamos pendiente algo a medias… ¿recuerdas? Se nos echa el tiempo encima!
¡Usted diga cuando que yo encantada! 😛
Yo tengo muy claro por qué no puedes bailar. Es el carácter, no los pies.
Un escritor y periodista norteamericano, Hunter S. Thompson escribió que : América tiene una generación de bailarines, de gente joven que sólo sigue un patrón, una coreografía, como bailarines, no se atreven a salir del contexto que les han fijado, en vez de pensar por si mismos y ser independientes.
Ea.
The Killers basó su canción Human en ésa frase. Are we Human or are we dancers?.
Los Killers se me dan muy bien en la Guitar Hero 😉
Ay Gemma, qué profunda te has puesto querida mía… Es más fácil acogerse a un guión marcado. Para soltarse uno debe de estar muy seguro de sí mismo… debe creer en él… y eso, amiga, eso es algo difícil tal y como nos estamos educando hoy en día.
Besitos 🙂
Pues yo creo que la culpa de todo la tuvo ese profe tuyo que bailaba en Locomía…Me temo que el daño fue irreparable 😉
Muas!
Buah espero q lo del baile sea cosa del origen de procedencia y nuestra pequeña madrileña tenga salvación porque lo que es el padre y la madre son dos ceros a la izquierda que cuando bailan juntos juegan a ver quien pisa más al otro! Hija mía no tenemos remiendo!!
Besos!
Estás a un paso de que entren en tu vida los odiosos Cantajuegos. No intentes seguir resistiendo, al niño le va la música simple. Puedes empezar por el especial de Navidad…
Después los llevarás en el coche, en el iPad y en tu cabeza retumbando constantemente.
Me has animado con tu confesión y yo también he salido del armario en mi blog. Porque ser chica y bailar mal es un estigma que no hay que llevar en silencio. ¡Gracias! 😀
¡Que el ritmo no pare! Jajaja
Te envio el video de Eduardo, pap de Mateo. Conozco a la familia de Mateo desde hace mas de 25 aos, pertenecen al grupo de personas ms importantes de mi vida. Ahora necesitamos tu ayuda. Hazte donante de mdula. Mateo tiene dos meses y sufre leucemia, solo un donante compatible puede salvarle la vida. Difunde esto y te lo agradecer toda mi vida. Besos.