El Gremlin aprendió a caminar con estas sandalias «Chicco Camina». El mismo modelo con el que aprendió a caminar su madre, y quizá muchos de vosotros.
Llevaban casi treinta años guardadas en un cajón en casa de la abuela. Sin estrenar, con un precio en pesetas que al traducirlo a euros sigue dando respeto. Y es que estos zapatos de cuero, cosidos a manos, ya no se fabrican. Un lujo ochentero reservado para las pezuñitas del Gremlin.
Porque si en esta casa si toca ser retro, lo somos, pero de verdad.
Mi gremlin no me come 
Mis hijos aprendieron a caminar con botas y sandalias de esta casa, extraordinarias! Es una pena que no se fabriquem pues pensaba comprarlas para mi nieta. Por aquellos tiempos trabajaba en Villena que es donde se fabricanan y el hijo del dueño, Florencio, era un buen amigo.
Besos.
Pues me dicen en algún comentario que sí que se siguen fabricando. En el catálogo de la web no aparecen pero llamaré al delegado para que me informe y te cuento. Y ahora que lo dices, me acuerdo de que dentro de la caja venía esta etiqueta típica naranja con el dibujo de un zapato marrón donde ponía «fabricado en Villena» 🙂 Un beso!
Madre mía…. En mi casa a eso no hemos llegado pero el peque si ha llevado ropa de su padre y hasta de su abuela. Tenía unas sandalias de ganchillo de mi suegra que eran preciosas!! Esto sigue siendo retro o ya pasamos directamente al vintage?
Me parece que el ganchillo se mueve en una franja más cercana a lo retro que a lo vintage… pero habría que valorarlo 😉 Seguro que las sandalias son monísimas. Yo conservo unas que hizo mi bisabuela!
Oye… SI SE FABRICAN, yo las he visto y se las he probado este finde a mi niña, practicamente el mismo modelo y de la marca Chicco…pero eran del nº 19 y mi nena usa un 18. El precio también daba respeto…42,95€ lo siento, pero no recuerdo el nombre de la zapatería…eso si, está en el CC Río Shopping.
En el catálogo web no aparecen, pero mira, lo bueno de tener línea directa con el delegado es que mañana mismo me entero de cómo conseguirlas! Y vaya casualidad! 😉
Yo tengo unas sandalias Rojas, que ni siquiera son para andar y que por supuesto se ha puesto mis niñas 🙂 , ME MOLESTA DECIRLO! Pero las mias son setenteras! más vintage
Jajajaja… mira que siempre estás con lo mismo.., con la carita de niña que tienes Quintano! Ya me enviarás una foto de esa preciosidad de sandalias!! 🙂
Pues claro que aprendí con ellas!!!! Mismo modelo, claro que sí!
La rubia aprendió con unos del mismo estilo, de la misma marca, y del mismo precio respetable. Iguales iguales no eran… pero nos hicieron el mismo apaño.
No podía ser de otra forma… si es que empezar a pisar el mundo del mismo modo crea impronta!! Y está claro que la rubia ha empezado pisando fuerte!! (el rubio aún va dando algún tumbo que otro 😉 )
Para mi, si no asoman los deditos, no son sandalias. Odiame.
Eres una porculera… pero te quiero igual.
Pero si tiene razón. Eso son unos zapatos de toda la vida de Dios!!!
Eso son zapatos con agujeros = sandalias. Y como tal se catalogan. Ni idea tenéis. Ni la más remota.
Así me gusta, con propiedad, hay que ser retro con todas sus consecuencias, y si es con productos que aguantan el paso del tiempo,¡ mejor!!. Mi peque, también tuvo uno de esa marca para sus primeros pasos, pero lo suyo eran botas, que el pobre lo hizo en pleno invierno. Lo de las sandalias y los calcetines (blancos) se lo dejo a los alemanes, que pasean por mi Isla, que no parece importarles, no tener ningún sentido de la estética, ni del ridículo!!
Un besote y a dar grandes pasos!
El mío lo hizo en invierno también… allá por febrero… pero su madre que tiene poco sentido del ridículo para según que cosas combinaba muy dignamente las sandalias con leotardos de toda índole… incluso con calcetines con borlas… Ya, ya sé… tengo un lugar privilegiado reservado en el infierno 😉
Sí que se fabrican!!! O unas muy parecidas; mi madre guarda las mías super gastadas, y hechas polvo, y hace poco las vio y compró unas para mi hija, y son exactamente iguales a las mías, y por lo que veo en la foto, también a las vuestras!. Ah, y también guarda la caja con el precio, jeje!
Bueno, pues nada, en vista de mi error… tendré que editar el post… ¡ahora sólo falta que las encuentre yo! ¡porque La Tamagochi necesita unas YA! 😉
Oooooooooooohhhh entonces falta la foto de esas botas en sus pies!
Pues alguna habrá por ahí… todo es cuestión de ponerse a buscar!! Ahora mismo ya no le valen 😉
Como mola! Llevar el mismo calzado que llevó tu mami
Si que es retro!!
Es lo más de lo más… jajaja ¡nada de ser retro de pacotilla! Aquí somos auténticos para todo 😉
Madre del Cordero Gremlin, bien saben tus neuronas que por la salud podologica del Gremlin puse a tu disposición mi Arsenal retro. Como me gusta ver la foto de la caja. Hasta huelo el papel de cebolla que envolvía las botas con el logo de Chicco en dos colores.
Que momentos de mi vida más grandes reponiendo el expositor en las vacaciones de verano.
Quiero que sepas que tengo algunos pares y las zapatillas acolchadas con la suela de esparto en amarillo. Y voy a tener una rubia Furby que las use para que reviva mi más tierna infancia. Porque esta que lo suscribe lo vivió, la Chicco gatea y la Chicco camina, y así salí.
Mis neuronas (las que tenga) dan fe de tu oferta, y la agradecí mucho, pero yo por la Furby rubia te pedí contención…. que luego estas cosas hacen mucha ilusión (y los zapatos se destrozan mucho, cualquier par extra será bienvenido). Ahora bien, ya te he oído varias veces hablar sobre la Furby Rubia y, por el cariño que te tengo, te advierto de que el gremlin estaba llamado a ser «una gremlin» desde antes de su concepción… Y luego llegó el llanto y rechinar de dientes (sobre todo el de la abuela, que a pesar de acompañarme a dos ecografías donde yo pedí a los gines que señalasen gráficamente el miembro y lo nombraran, ella seguía diciendo aquello de «estoy convencida de que se equivocan»).
Pero no se equivocaron… nació gremlin rubio y no rubia. Y por supuesto, como estaba en el guión, la abuela se enamoró perdidamente desde que lo vio aparecer en la habitación. Hasta nuestros días.
Besazo y disfruta de estos días, ahora que te va 🙂
como molan! son lo max!!! tu madre es de las mías, si es bueno se guarda sí o sí y si se puede comprar dos, mejor! qué bueno, por dios! a mí no me quedaban zapatos, pero sí juguetes, M lo de todo con mi lego, mi teléfono de los pitufos y mi tortuga, mola mucho ver la tortuga con cria que le sacas la cuerda y anda y la nueva q le regalaron psicodélica del imaginarium juntas!! of course, la retro mola más! y… las marionetas de blancanieves? ay
me encantan, me encantan, me encanta
Cuánto me alegro de que puedas disfrutar de todos esos recuerdos… Si mi madre almacenaba los zapatos imagínate con los juguetes. El Gremlin juega cada día con mis puzzles y mis muñecos de goma dura y a mí me hace muchísima ilusión. Y sí, molan muchísimo más que los que hacen ahora 🙂
Parece el gato con botas 🙂 Perdón, el Gremlin con botas!
Muas!
Sabe poner los mismos ojitos para conseguir lo que quiere el muy… gatito! 😉
Pues te diré que hemos heredado alguna cosa milenaria para el monillo pero no calzado, tu madre ha sido francamente previsora, ves ya tienes escusa para que no te obligue más a hacer limpieza y tirar cosas, que luego nunca se sabe…
Me seguirá obligando a poner orden en mi vida… ¡ay! menudas son las madres para esas cosas… jajaja. Lo cierto es que ya la tengo bastante acostumbradilla a mi diógenes pero de vez en cuando me pone firme 😉
pues mi hijo aprendio a caminar…practicamente descalzo, fue en verano y al hacer calor lo dejaba descalzo en mi casa, en la pisci (no queria pisar el cesped) y en casa de mi suegra, ya que ella pone pisci en verano y se encharca todo y las chanclas resbalaban…asi que descalcito, como me dijo el pediatra tambien, que era mejor que andasen descalzos para que se les forme mejor la curvatura del pie…
Afortunado tu hijo!! Pero el mío echó sus primeros pasos en el mes de febrero y no estábamos para muchas piscinas ni mucho césped… y la Tamagochi que está a punto de soltarse tampoco 🙂
Pues conservarlas como oro en paño….porque de ésta ya hay pocas.
Yo también tuve la suerte de que las mías iban descalzas. Las pilló, a las tres, en verano. Por casa, la terracita y la piscina que se montaba en ella, lo permitían. Y para la calle, un solo calzado……y cuando estaban en el carrito….yo las he llevado descalzas, para que mi suegra pusiera el grito en el cielo…
Yo hasta que han empezado a andar y siempre que la temperatura lo ha permitido les he llevado descalzos, a pesar de mi madre y de vecinas y convecinas varias que cuchicheaban con mucha mala leche eso de «mírala, no tiene su madre dinero para comprarle zapatos, pobre». Si supieran lo mucho que eso me motivaba para seguir llevándolos descalzos… 🙂
Mi niña no lo podrá hacer, pero es una gran idea 🙂
un saludoo
Seguro que encuentras algún juguete retro por ahí con el que darte el gustazo 😉 Un besazo!
Señora:
Guardo todos y cada uno de los pares de zapatos y zapatillas con devoción, en sus cajitas, con su papel blanco o amarillo. No me hable de recuerdos, ni de pies que ahora calzan un 38, cuando hace menos de 10 años me los comía a besos tras el baño.
¿Vintage? Amor por el pasado rico y generoso… por eso nos gusta tanto.
Suya de forma irremediable,
Tempus fugit. Sus comentarios a este respecto siempre pinzan ligeramente mi estómago preguntándome si disfruto lo suficiente de esta etapa. Yo tengo piececitos del 19, la mitad que el 38, y muchos besos por dar. Que no se me escape ni uno. Y en eso estamos.
Lo de las cajas no va a ser posible… en el lado este no tendremos mucho espacio, aunque eso ya lo sabe vd.
Gracias por la irremediabilidad.
¡AGGG!. Me siento fatal, hasta hace 15 días guardaba todo, todo, todo lo de Elunico en cajas ordenadas por tallas (nieto único durante dos meses por partida doble, imaginarse lo que era). Pero como nos mudamos y la crisis está dando tanto y tan duro, y yo ya es difícil que tenga otro (¡sniff!) y si lo tengo no voy a cargar con las cosas hasta México, tenía remordimientos con ese arsenal en casa y niños pasandolas canutas, así que lo regalé todo, todito, hasta los calcetines, repartido en dos lotes y sólo me dejé el pijama que le pusimos cuando nació, una gorrita preciosa que le trajo su madrina de Roma y un el único pelele que le puse en su vida. Ahora me ha dado una punzada de síndrome de Diógenes, pero a lo hecho pecho. Tengo más sitio en los armarios y hay dos bebés felices con ropa hasta los 18 meses. Los zapatos también los regalé, empezó a caminar con 9 meses, a partir de esa fecha he tenido que tirarlos, no quedó uno vivo.
Pues es una buena causa reina…..así que ni un remordimiento….seguro que la del gremli te dice lo mismo…..