Las tapas de los yogures y otros oscuros objetos de deseo

Ayer por la mañana vi un anuncio en TV de Minibabybel en el que se mencionaba a bombo y platillo el regalo de unas «aguaeras» de papel (también conocidas por gente más fina que yo como el «juego de los picos», o el «comecocos»).

aguaeras papel

«Aguaeras» de papel.

aguaeras

«Aguaeras» de toda la vida (o aguaderas para los de capital)

 

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aguaera fina

Por si alguien no pilla la metonimia, si le das la vuelta a la «aguera» de papel, se asemeja a las rústicas. Un poco rebuscadillo es, lo reconozco.

Recuerdo perfectamente el día en que nos enseñaron a hacerlas en 5º de EGB y a la «señorita» que nos explicó el significado de la palabra papiroflexia (las trendy mothers no existían y eso del «origami» ni siquiera sonaba a japonés).

Por aquella época, con los yogures regalaban unos rotuladores mágicos que eran una pasada. Y con las magdalenas, unos relojes de plástico de colores que por alguna extraña razón me volvían loca.

chamburcy

Las horas que habré metido yo a estos trastos… y digo horas, porque nunca se me han dado bien.

rotuladores

Un rotulador verde que se transformaba en rosa ¿por qué no se puede comprar eso hoy en día? LO MÁS

 

 

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Si con 8 o 10 años me hubieran dicho que el regalo por comerme un quesito iban a ser unas «aguaeras» me habría entrado la risa floja y hubiera preguntado por el regalo «de verdad», ¿quién querría un regalo de algo que podía hacer uno mismo en dos patadas a coste cero?

Sin embargo, es posible que hoy en día a esos niños que sólo usan sus deditos para pulsar pantallas táctiles este despropósito les resulte atractivo. Y que se sorprendan viendo como un pedazo de papel coloreado y garabateado puede competir (al menos en entretenimiento y diversión) con la más sofisticada app de preguntas y respuestas.

Al fin y al cabo, hoy con las tapas de los yogures ya no regalan magia a los niños, sino unos códigos alfanuméricos con los que, con suerte, sus progenitores pueden aspirar a una plancha del pelo o un aspirador portátil para coche pagando aproximadamente lo mismo que les costaría en una tienda (y sumándole los gastos de envío). Ah, y cupones descuento, tan útiles como prosaicos.

Conclusión: Ya no se hacen tapas de yogures como las de antes, y a este paso, infancias tampoco.

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64 respuestas a Las tapas de los yogures y otros oscuros objetos de deseo

  1. Eva dijo:

    «¿Aguaeras?». Jajajaja… si lo dices rápido te entran ganas de prolongar la e en plan: «aguaeeeeeras» con tono josé mota…
    Pues no puedo estar más de acuerdo contigo. Y lo malo es que me veo a los peques pidiendo a gritos los minibabybel (que en mi casa no gustan… bueno, mejor dicho, no gusta el queso, porque mi peque se come la cera roja que lo envuelve y, por temor evito comprarlos, como le explico yo al médico que se ha intoxicado o empachado de cera roja del quesito).
    Yo también tuve los rotuladores mágicos (supongo que serán los mismos: pintabas de un color, pasabas por encima el blanco y cambiaba de color….¿no?), el puzzle de la foto y miles de coches de metal que regalaban con las galletas. Gracias al tambor de jabón redondo (sin customizar ni nada parecido) que nos servía de juguetero…. Aaaayyyy aquellos maravillosos años… !!!.
    Las aguaeras las trajo mi hijo mayor del cole no hace mucho. Las habían hecho en clase y tenían mensajes en cada rombo. Las niñas, claro está, con preguntitas de amor y respuestas de ji,ji,ji,ji…

    • Pues ahora que lo dices lo del tonillo a lo Mota le pega… Efectivamente eran los rotus que venían en pareja con uno blanco, y al pasarlo cambiaba el color. Dicen que los siguen haciendo así que mañana mismo los busco, porque al Gremlin le van a encantar. Aunque ahora que lo pienso… Gremlin y rotulador en la misma frase empieza a no parecerme muy buena idea. Lo de los tambores de detergente también marcó época, y muy socorrido para todo tipo de manualidades! Tampoco se hacen ya como los de antes… además de que ahora existe líquido y en bolitas… y mil tonterías más que nos despistan del TAMBOR de toda la vida! Un beso!

  2. Maria dijo:

    Si!!! Los rotuladores mágicos!!! Vaya recuerdos… A propósito de la papiroflexia tienes razón, a mí siempre me ha encantado la mágia del barquito de papel «estiramos de estos piquitos y… Oooh! Un barco!» Pero de ahí a regalarlos con los yogures… Mejor que vuelvan a dar los puzzles (aunque si a nosotras nos costaban imagínate a los de la generación iPad 🙂

    • Los del iPad si tienen que mover más de un dedo dudo mucho que sean capaces de algo… aunque mira, precisamente estos puzzles con un dedo se resuelven, podríamos darles una oportunidad 😉

  3. yita dijo:

    Dejo mi primer comentario, pero te sigo desde hace mucho.
    Efectivamente ese regalo es una castaña, yo le enseñé a hacerlos al peque hace poco y si lo ve de regalo se partirá de risa. Por cierto, las instrucciones para doblar el aparatejo las tuve que buscar online (mi memoria no es demasiado buena) y le llamaban cua-cua, para mi nunca habían tenido nombre, pero lo de aguaeras es que ni me sonaba!
    Pero a lo que venía: los rotuladores mágicos, que a mi también me encantaban, siguen existiendo, y siguen encantando!! (carioca cambiacolor, en el corte inglés o cualquier papelería un poco decentilla).

    Un saludo 🙂

    • Muchas gracias por animarte a comentar Yita!! Yo ahora mismo no sé si sabría hacer uno desde el principio… y mira que en su día hice cientos, me encantaba. Lo bueno es que ahora con internet puedes recuperar toda esta «información» privilegiada en un momento. Lo del «cua-cua» sí que me ha dejado loca. Claro, que lo de las aguaeras suena peor… jejeje. Gracias por apuntarme lo de los «carioca cambiacolor», los buscaré! 🙂

  4. Andaira dijo:

    Voy a ver si te despellejo la entrada, y te la cuarteo en plan «analiza ésta frase»
    Lo de las aguaeras es la primera vez que lo escucho….tal vez porque soy de un pueblo de capital y eso no lo he visto ni en los burros-taxi de Mijas…aunque sí le llamábamos «el juego de los picos»……pero no estaría yo muy segura de que fuera el nombre que le daba
    la gente fina…porque yo pa’mi que vivía en un barrio obrero….pero en fin, igual soy de «fina-lia» y me estoy enterando ahora….es más, creo que lo de la palabra papiroflexia, la oí años más tardes y aprendimos a hacer esas…aguaeras del mismo modo que sabiamos formar el cubo de rubick sin libro…
    Te diré que de los rotu esos, todavía tengo en casa…pintar, pintan, ya con dificultad, pero ya no cambian de color como antaño, para que se vea la calidad de lo antiguo…que con alcohol funcionaban como nuevos (casi) y ahora como se te ocurra echarles alcholol te tienes que ir de urgencias por la infeción que pillas, a saber de qué están hechos….que ni los cariocas son los mismos…..
    Y lo del chamburcy? amos!!!! de éste no, pero de otros sí…y lo entreteníos que estábamos mientras tu madre hacía la compra…a ver quién lo montaba primero…

    Y sí nena….vaya porquería de detalles que tienen….y anunciarlo a bombo y por tv….amos! lo peor….
    Mira, en casa compramos el cola cao en cajas de 3 ó 5 kg…cada vez que veía en en esas cajas, que te valen un pastón, lo que regalaban…..amos! de pena!…iban a parar a mis sobrinos….ahora ya te dan 1 kg más de colacao…..oño! pues es un detalle, o no?

    Bueno nena….que no te encariñes tanto con el yerno (el novio de tu marido) que después te va a costar meterle la bulla en el caso de que se la debas de meter…..sigue respirando, vale? que ya te queda menos…o no?

    • Andaira, tienes demasiadas cosas que decirme, la próxima vez directamente te doy mi teléfono y me metes el rapapolvo en directo… ¿Aún conservas esos rotus? ¿Y los veneras como reliquia? Yo conservo los servilleteros con forma de frutas y un álbum de cromos de danone… seguro que más basurilla de oferta y ocasión yogurtera hay suelta por ahí, pero localizable ahora mismo sólo eso.
      Lo del colacao es de vergüenza… Y lo de batidos puleva ni te cuento… después de reunir millones de códigos resulta que el premio eran una especie de monopatines en miniatura para jugar con los dedos!! Por lo visto es una moda… jugar con los dedos a deslizar minimonopatines… El mundo está muy loco, y yo me estoy enamorando del yerno. Lo siento, es síndrome de estocolmo del malo. No creo que pueda meterle bulla porque ahora TODO ME PARECE MARAVILLOSO, jajajajjaaj. Un besazo guapísima!!

  5. vaninasblog dijo:

    Amiga, cuando tienes razón, tienes razón. Las tapas de yogures no son lo que eran, y yo como mala madre, no caso hago a esos códigos que ni entiendo, así que el mío no opta a regalo alguno.
    Se conforma con las sorpresas de los huevos Kinder, que quitando las horribles figuras de Bon Esponja (que por alguna razón a Tenedor, le gustan), el resto de regalos, siguen siendo del mismo calibre que años atrás…
    Y desde luego la infancia no puede ser la misma, cuando en más de una ocasión, oigo preguntar a niños de no más de un metro, a su madre: mamá déjame tu móvil/tablet??
    Esto lo que nos ha tocado vivir!!

    Besos

    • Pues eso… si es que es una pereza… yo te prometo que intenté lo de los códigos… ¡estando embarazada! Le pedí al Gremlin un scalextric de bebé bastante mono, pero cuando llegó la hora de pagarlo e investigué me di cuenta de que me había gastado lo mismo que si lo hubiera comprado en una tienda!! En fin, el día que nos falle Kinder, nos echamos a las calles. O al viaducto. Un beso queridísima!

  6. Medeazz dijo:

    en tiger tienes los rotuladores 🙂

  7. blogdemadre dijo:

    Toda la razón. Regalo más truño no lo hay, pero creo que es un tirón de orejas a los padres… «andaqueee que tenga que venir yo a contarle a tu hijo esta tontuna y tú, ahí, pegao al móvil…» Plas, collejón.

  8. Totalmente de acuerdo. punto.

  9. Walewska dijo:

    Oye, que los rotus si los venden. Estuve a un tris de comprarlos el otro día para mi hija (que ya tiene otros parecidos) y no te digo yo que no los compre para un cumple hoy. A mí los que me molaban eran unos que eran unos ratoncitos de Pelikan 🙂

    • Pelikan… de pelikan tenía yo un juego de nosécuántas decenas de rotuladores… de esos que incluían variantes del color carne y eran la envida de los compañeros… Realmente los alpino, manley, cariocas y Cía siguen siendo primos hermanos, no? Todavía no me he metido de lleno en tema «material escolar» pero no veas las ganas que tengo de tener excusa para volver pisar la papelerías sin cargo de conciencia. 🙂

  10. Aguaeras????
    Tapas de yogur?? Oye, que yo vivo en los Balcanes y la gente se hace su propio yogur en casa. Un día me animo y hago un post para el blog. Sin yogurtera.
    Cómo se llamaría hacer tu propio yogur? DIYY? Folki-hippy-handy-food?

    • DIYY suena bastante bien, y lo del post para el blog dada la temática debería ir directo a la lista de tareas pendientes… Mi hijo ha habido temporadas en las que prácticamente se alimentaba en exclusividad de yogures. Preferentemente los de galleta. Le debemos mucho en cuestión de percentiles al yogur… 🙂

  11. Chitin dijo:

    Al mío le encantan los cromos de las tapas de los petit suisse, lo de los códigos lo empecé…pero en el mismo instante q empecé a meter un día los que tenía cambié de idea, es un timo…no compensan los «regalos» porque tienes q pagar…

    Ahora además que les van a quitar la fecha de caducidad….

    • La Tamagochi es muy fan de esos cromos de la parte de atrás… pero para comérselos también!! Es lo único que realmente le gusta a la tía y se come con ganas, los petit suisse. Ella de los yogures pasa… Lo de los regalos es un timo, yo misma he pedido varias cosas y el ahorro con respecto a comprarlo en la tienda ha sido mínimo, o nulo. Decidí no volver a usarlos y ayer con la tontería entré a ver como iba la cosa y me habían caducado unos 300 puntos… ¡qué le vamos a hacer! ¡lástima de ratos tontos que he perdido metiendo los puntos!

  12. Superlalopez dijo:

    Querida Madre del Gremlin,
    Tu post de hoy no tiene desperdicio, me ha puesto tierna, con lagrimilla y todo.
    Hace años ya, pero aun me acuerdo, yo fui seriamente damnificada por las tapas de yogur. Si si, como lo oye, un yogur puede hacer mucho daño a la salud.
    En mi tierna infancia no se diagnosticaban las intolerancias a la lactosa (ni las alergias a la proteina de leche de vaca) y resulta que todo trastorno estomacal-intestinal lo trataban con un yogur, zanahoria cocida y arroz blanco, así que tuve todas las colecciones posibles que una tapa de yogur pudiera dar: los Mosqueperros, Willy Fog, David el Gnomo, los rotuladores mágicos, … Y daba la casualidad que mientras más yogures comía más malita me ponía y más yogures me daban para comer y de esta manera podría haber retro alimentado hasta el infinito mi colección de regalos de tapas de los yogures.
    Por suerte la ciudad y la edad entraron en mi y con ella el diagnóstico, y así no tuve que salirme de mi casa para que cupieran los regalos absurdos de Danone y la Lechera. Regalos absurdos que aun conservo y guardo para el/la Furby con todo mi amor en una caja de pañales indasec, como acto de maldad, pues si se parecen a su madre y a su padre ( vale con que solo se parezcan a uno) se moriran de asco al ver esos cromos roñosos pegados con babas con tanto amor y de este modo brindarles una infancia 1.0 de las buenas.
    Gracias Gremlin, cuanta historia en una tapa de yogur.

    • Joooo, no me has llamado «Madre del Cordero Gremlin», con lo mucho que me gusta… ¿es que ya no me quieres como antes?
      Oye, menudo drama tu no-diagnóstico y brillante tratamiento de la intolerancia a la lactosa… Mira el lado positivo… te habrías perdido un montón de imprescindibles de las infancias ochenteras españolas… ¿qué es eso en comparación con dos retortijoncillos de nada? AGRADECIDA deberías estar. Lo de la caja de Indasec me genera sentimientos encontrados. Pienso que el Furby se merece una infancia feliz y exenta de los traumas que la visión del contenido de ese «continente» le depara. Hazlo por él, hazlo por vosotros. Un besazo López!

  13. Pru dijo:

    Pues no, una ruina lo de las tapas de los yogures, y que regalen «comecocos» (para mí siempre se llamó y se llamará así) sí que es cutre porque lleva 30 segundos hacerse uno a tu gusto con un trozo de papel, que lo pintas como quieres y le pones por dentro las respuestas que te dé la gana también. Anda que no habré hecho yo decenas de ellos!!! Creo que siempre llevaba uno en el bolso, jaja… Eso y la goma negra de enredarse en las piernas y saltar, que era de lo más apañada para jugar en cualquier parte y no ocupaba nada… hace muchísimos años que no veo ninguna tampoco… a qué juegan hoy los niños???!!!!

    • La goma… no sabes cuántas tardes de verano pasé yo en la puerta de mi casa saltando por turnos, o a dúo… atando la goma a una ventana cuando sólo había una amiguita de compañera… o poniéndola incluso entre dos sillas para saltar yo sola cuando mi madre me hacía volver a casa. Yo también hace muchísimos años que no veo ninguna goma negra, pero creo que me acuerdo de alguna canción. ¡Me has puesto nostálgica!

      • Eva dijo:

        La goma!!!. El verano pasado ví a unas niñas jugando a la goma (no tenían ni puñetera idea, la verdad sea dicha) y me ví lanzada a saltar como cuando tenía 8 años. Los años no son los mismos (voy para 40) pero la ilusión me reportó a mi más tierna infancia y allí estaba yo saltando con los pies juntos, separados, sin tocar la goma con las piernas… Las otras mamás me miraban con cara entre «esta tia está como una cabra» y «yo también juego», pero no se animó ninguna (a ver, no penséis que me pongo a hacer el loco con cualquiera, eran conocidas mías). Ya no he vuelto a ver a ninguna niña más jugar a la goma o a la comba… una pena… aunque casi mejor que al día siguiente estaba para el arrastre llena de agujetas.
        Eso sí… la goma era rosa fucsia con brillantina y en vez del nudo que les hacíamos nosotras llevaba una especie de cierre de plástico supermegamono. Esa no la compraron en la mercería como las nuestras (claro, que para encontrar una mercería te tienen que facilitar las coordenadas gps), sino que seguro que no bajaba de 10 €…

  14. Mo dijo:

    Ostiii, los rotuladores mágicos, cómo molaban!!!
    El otro día le compré unos quesitos de esos a Peque sin conocer el premio a semejante osadía, y me apareció con el cacharrillo en la mano más feliz que una perdiz. Él, que de momento leer nasti de plasti, lo usa para cazarme el pulgar ;D
    Muas!

    • Jajaja, al menos le ha encontrado una gracia al invento, no hay mal que por bien no venga… Realmente los peques son felices con la cosa más tonta que nos pueda parecer, todo el mundo ha visto a sus hijos en reyes volverse loco con los envolotorios o las etiquetas ignorando a los regalos así que… ¡resignación! 😉

  15. Sia dijo:

    Y las tazas… Cuánto mejor sabía el cola-cao en esas tazas!!

    • A mí me dio una temporada por coleccionar vasos del mcdonalds (de estos con forma de lata de cocacola) y aunque llevo buen ritmo (los niños ayudan) no veo el momento de terminar de romper todos y comprar unos decentes!!

  16. Yolandica dijo:

    El otro día, cuando destapé un yogur tenía escrito algo tras la tapa y recordé la sensación del premio…qué tiempos aquellos…
    Por cierto, mis hijas tiene esos rotuladores que cambian de color con el rotulador mágico, y son contemporáneos…

    • Ya… ya me ha comentado Wal que siguen fabricándose y a por ellos debo ir sin mucho tardar. La sensación de premio siempre mola, aunque sea en un boleto de la tómbola de tu pueblo… la sensación de conseguir cosas «gratis», aunque sean una mierda, provoca un desproporcionado placer!! ¿por qué será que somos así?

  17. Ni idea de como se llamaba esa cosa, pero aguaeras no, que yo soy de la city… Qué recuerdos más buenos!! A mi me los hacía mi padre 🙂
    Y tenía un rotu rosa que se transformaba en amarillo y convencí a mi abuelo para que bebiera toda la Casera del mundo y que nos regalaran dos pelotas azules enormes con cuernos de las de saltar… La caña! Eso si que eran regalos :p

    • ¿Tú tenías pelotas de esas? Una amiga mía sí y no veas la envidia que pasaba… Yo lo más cerca que he estado de eso es cuando me compré una pelota gigante de gimnasia en el embarazo para hacer ejercicios de suelo pélvico. Ejercicios que por supuesto he hecho una o ninguna vez a lo largo de los dos embarazos. ¡Así me fue! Eso sí, lo que no puede prevenir con las pelota gigantes lo pude solucionar con unas bolas muy chiquititas. Misterios de la vida moderna. Besitos socia!

  18. Monstrua dijo:

    Ya te digo, a mí también me hubiera entrado la risa. Esperemos que algún padre/madre aún no pierda la costumbre de enseñar a hacer eso a los hijos 🙂

    • Por lo pronto, yo después de escribir este post tengo un compromiso «moral» para con mis hijos con respecto a las agueras… Sería feísimo por mi parte criticar tanto y luego no hacer lo que corresponde 😀

  19. Yo lo llamo «pío pío», tuve esos rotus, eran lo más y el blanco era muy mágico. Yo creo que hoy e día todavía se pueden conseguir, de hecho yo tengo unos rotus, más bien gordos, de hace unos 10 años y no recuerdo bien, pero debe ser jovi o carioca o algo, y son de los mágicos.
    No hacen tapas de los yogures como las de antes, no señora, ni los palos de los polos.. ay.. la de patapalos de cocacola que me he tomado gratis o mikolápiz.. vamos hacia atrás.

    • Ahí, ahí quería yo llegar… a los Mikolápices… Rercuerdo chupar el tapón este rojo con fruición, ver el premio y salir disparada al bar a por otro. Además es que no eran una mierda de premios que no tocaban nunca… la proporción era bastante buena! Ahora por no existir, ya no existe ni la marca Miko como tal. Vamos para atrás, ya lo creo, como los cangrejos, que ya ni son cangrejos, son como quiera Bob Esponja llamarlos… Tenemos mucha labor con las criaturas amiga, pero mucha si queremos que nos salgan medio decentes. Un abrazo del amor.

  20. Para crear infancias como las de antes, estamos nosotras, no? Ayer hicimos el clase con los pequeños la cabecita de un perro con papel… fliparon… Besitos

  21. Amaya dijo:

    Una cosa te digo: esos rotus los hay hasta en los chinos y lo peor, tambien los hay de las Monster High!!! Comprenderas las exclamaciones cuando la Tamagochi crezca un poquito, solo un poquito, que ahora empiezan cada vez antes.
    Y un favor te pido: recuerdas las canciones de saltar a la goma??? Mi hija me pide que se las cante y ya no me acuerdo de ninguna!!! Ayuda!!! Y el saltar con una goma roja, azul o rosa fosforita no me ayuda a concentrarme!!
    Vpy a hacer un chisme de esos y cuando los pekes vuelvan, jugamos a darnos besos!!

    Amaya de http://lalibretadeamaya.blogspot.com.es/

    • Pues a ver… me acuerdo de dos:

      – En la calle-lle, veinticuatro-tro, habidó-do-do un asesinato-tó, una vieja-já, mató un gato-tó, con la punta-tá, del zapa-to-tó. Pobre vieja-ja, pobre gato-to, pobre punta-tá, del zapa-tó-tó.
      – Lataaaaas, queee ricas que son, las lataaaas, me gustan un montón, las latas de coca-cola de fanta naranja, chocolate y limón, ¡hey!

      Como verás, letras sin ningún tipo de sentido, pero estoy convencida de que yo en su día las cantaba así. El soniquete retumba inconfundiblemente en mi cabeza.

  22. Ni de yogures ni de náaaa. Antes en los «pitis» en las tapas venían imanes chulos con letras y animalejos para que los pequeños se lo pasasen pipa pegándolos en la nevera, buscando y esperando la V para poder poner «vaca» y nosotras limpiando los restos del «piti» de la misma… ahora… ni eso….

    Un besazo

  23. Ya no hay nada como antes…Nuestra infancia fué mucho más creativa, está claro..No sabía que se llamaban «aguaeras» pero me encantaba hacerlas y poner debajos piropos o insultos…jajajaja…Y me has hecho recordar esos rotuladores mágicos!! Que tiempos!! Seguro que los venden por algún sitio ¿no?
    Besos.
    María
    http://lalibretademama.blogspot.com

    • Pues me han comentado que sí, que los venden hasta en los chinos así que tendré que ir a por ellos sin falta! Yo ponía preguntas de todo tipo… yo creo que fundamentalmente las relativas a la edad del pavo, que es cuando empecé a hacer estos cacharritos… Estoy contigo, teníamos que ser más creativos porque no había tanta pantalla donde abstraernos. Había tele, que no es poco, pero ahora con los ordenadores, tablets y smartophones no hay quien haga carrera…

  24. Coherente dijo:

    Estimada señora:

    Hace muchos, muchos años, esta madre añosa tomaba yogures Rueda y me tocó un coche… yo tenía apenas 7 años y vivía con mis abuelos. Con letra vacilante mandé una carta a la dirección que señalaban y jamás obtuve respuesta. Fue mi primer y último disgusto con el marketing y sus promociones.

    Desde ese momento apliqué´el «nanai»: no pienso comprar 4 paquetes de Kellog´s para que me den un dispensador, ni 2 kg de Lacasitos para recibir una hucha, por no hablar de lo asqueroso que es reponer el bote de ColaCao, con su polvillo, desde una infame bolsa de plástico amarillo…. ¿sigo?.

    He viajado en el tiempo, y ha sido bonito, y tal vez, incluso me he realizado una introspección ante el momento «compra de la semana».

    Suya,

    PS: gracias a su post hice mi pequeña labor de investigación, porque mi esposo dice no haberlos conocido, y pensé que era un error de mi cerebro. Descubrí que la empresa de yogur Rueda empezó como Laboratorios Labifarm. y pasó a ser sociedad anónima como Lácteos Rueda,S.A. en el año 1979.

    • Veo que vd empieza a escribir un comentario y la cosa se le va de las manos y termina en tesis doctoral. La cabra tira al monte, está claro.
      La estampa de esa niña de 7 años me conmueve y no dudo de que aquello marcara un antes y un después. La vida le cose a uno a base de desengaños y golpes, por no decir otra cosa.
      A pesar de todo, intuyo que el post ha sido de su agrado y que el aire nostálgico que acompaña a este texto encajaba con la coyuntura.

      Suya afectísima,

      PD: Completamente de acuerdo con lo del polvillo del cola-cao. Las torpes acabamos tirándolo todo fuera y al final, el supuesto ahorro queda esparcido sobre la encimera, bien sea esta de granito de Porriño o de Corian.

  25. sarablancos dijo:

    Yo tarde como siempre…pero no me da la vida, en fin que me ha encantado el post, en serio que regalan un «comosellame» de eso que haciamos en cero coma en el recreo del cole?…que cabrones lo publicistas macho, jajaja. Yo de las tapas de yogur recuerdo guardar las de los youres clesa porque regalaban platos y te hacias una vajilla, aun que creo que esto tu no lo has llegado a ver «jovencitaaa»….yo los rotus esos de cambiar de color creo que no me suenan, pero recuerdo el boli con 15 colores, las gomas de borrar de olor a sandia y melón, las ceras manley y las tizas de colores….je,je,je

    • Hija, ni que fuéramos de generaciones distintas… te ha faltado decir algo sobre la posguerra hermosa… jajajaja. Yo también soy de ceras manley, de bolis de quince colores, e incluso de esos lápices que en la misma punta tenían un montón de colores diferentes… y lo bueno es que todo eso se sigue usando. A veces les ponen un envoltorio molón y te los venden en las tiendas de los museos como si estuvieran ahora descubriendo América… ¡Qué cosas!

  26. alexurbanpop dijo:

    Los niños de ahora son unos inútiles, lo quieren todo en digital y ya no saben hacer nada en analógico, de hecho yo soy algo a medio camino, ahora solo escribo a mano en los exámenes, los apuntes de la uni van a ordenador.

    Pero bueno puede que dentro de poco los niños ya ni sean analógicos y tengamos todos tamagochis. Quién sabe el futuro que me espera como padre.

    • El Gremlin ayer vió la blackberry del trabajo de su padre, y acostumbrado a ver el iPhone y el iPad se quedó muy extrañado y dijo… ¿para qué tiene botonessshhh papá? La criatura tiene dos añitos y medio… apenas habla con lengua de trapo… y los botones casi que ya le sobran. La Tamagochi, por su parte, aprendió a desbloquear el iphone y a encontrar «sus iconos favoritos» con apenas 10 meses. Y en lo demás va a ritmo normal, pero ya nacen programados para esto. Supongo que no es malo, es lo que toca 😉

      • alexurbanpop dijo:

        Yo aprendí a usar todo esto tocando las cosas haber que pasaba y solo la lié una vez. Me acabo de quedar muerto con los niños, si es que es normal… nada cuando vayan a clase tablet en vez de cuaderno

        • El día que trajeron el primer PC a mí casa, enredando enredando acabé borrando el accesorio de calculadora. Mi padre me metió un broncón de los buenos «¡nos hemos gastado un dineral en un aparato que por tu culpa ahora no es capaz de sumar como las calculadoras de los bazares!» Luego resultó que recuperar la calculadora era una tontería y lejos de perderle el miedo, decidí que podría seguir enredando hasta el infinito… Y hasta hoy!

  27. Totalmente de acuerdo. Eso lo hacíamos en el cole en un momentito y hasta adivinábamos el futuro con ellos (no sabía que se llamaban así, tengo que admitirlo). Los rotuladores mágicos eran una pasada. Tuve cienes y cienes. Jajaja. Ese regalo es una cutrez. Donde estén los rotuladores esos o las manos locas… Besotes!!!

  28. Marina dijo:

    Baaaaah tanta razón, y sobre todo la nostalgia de recordar lo de antaño y cómo era en aquelllos tiempo, aunque acá en México hay unos que se llaman Danonino que contra todo pronóstico siguen trayendo alguna que otra cosa para que los niños utilicen las manitas y su imaginación… yo de los yogurth tengo recuerdo hace poquitos años cuando yo era una ángel, venían letras con imanes para pegar en el refrigerador.. la tortura de mi madre porque estaba lleno de mis letras y la diversión mía que consistía en cada día poner una palabra diferente!! mua ja ja

    • Danoninos también hay en España pero vienen con los puntos estos que se obtienen por los códigos alfanuméricos del demonio. Lo de las letras con imanes, todo el juego que da, y lo poco que lo aprovechan las casas comerciales… ¡si es algo barato con lo que obtener horas de diversión! Una pena… no sé dónde vamos a llegar…

  29. Ángela dijo:

    Cuanta razón hay en tus sabias palabras, eso de los códigos en las tapas o los envases de los yogures, me tiene frita,muchas veces he tenido q guardar un montón de envases, por si tocaba el premio.Mi casa parece un basurero!! Por cierto los rotuladores esos q dicen, si q los venden, yo los he visto en el Corte Inglés y se llaman Rotuladores Mágicos. Espero que recuperes con ellos parte de los recuerdos de tu infancia.Besos 🙂

    • Gracias por la info Ángela. Iré a por ellos y sin duda los niños y yo pasaremos un buen rato. Me atrevería a decir que mucho mejor rato va a pasar la madre que los niños… como si lo viera… 😀

  30. virginiuka dijo:

    Qué bueno! Flipé con los de Danone y ahora es mi petano el que flipa con los de Carioca (de los 20durosnochinos, por cierto). Ay, Chamburcy… qué recuerdos! ¿esos luego fueron La lechera y Nestlé? Algo parecido le pasó a los helados Avidesa, ¿no? ¿os acordáis? Mmm, me encantaba el de la pantera rosa, aunque siempre se decapitaba demasiado rápido…

  31. Marta dijo:

    Estoy de acuerdo con lo que cuentas. Mis hijas adoran el juego del pico pico, como lo llaman ellas, y cada vez que vamos a ver a mi hermana, le piden que se les haga uno. el pintarlo, ponerle una frase y un número, eso son horas de diversión. Los tiempos cambian, son más tecnológicos, pero no debería perderse el espíritu de los juegos manuales, hechos por nosotros mismos.
    He dicho.

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