Diccionario Enciclopédico para Padres Primerizos (XIV): La bolsa maternal

BOLSO  MATERNAL

Descripción: Dícese del recipiente o saco de tela/lona/plástico/piel/polipiel, generalmente con una o dos asas, en el que se introducen los efectos personales del bebé en cantidad suficiente para que puedan sobrevivir en el desierto durante varios meses.

Tipos de bolsos maternales:

Bolso pos-ya-que: Pos-ya-que me voy a gastar una pasta en el Belugaboo o en el Janeth y el vendedor me comenta que hay un bolso a juego, lo compramos y una cosa menos. Es lo que en marketing se denomina “venta cruzada”. Suelen ser feos de narices.

Bolso niñño

Bolso Belugaboo

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No me cabe duda de que es el bolso que el machote Alejandro hubiera elegido si le hubieran dado voto. Hacedme caso y olvidaos de este modelo, su momento de gloria pasó, como el del fieltro.

Bolso ñoños: Son los «bolsos panadera», o para que nos entendamos, los rectangulares, guateados, plastificados, con un lazo en cada asa y el nombre del churumbel bordado en cursiva inglesa. Es el modelo de elección para cualquier madre que aspire a ser alguien en Montecarmelo o Majadahonda. Combina ideal con los cochecitos Carrúe o Irlandesina, pero… ¡CUIDADO FUTURAS TRENDY MOTHERS! Su uso se ha popularizado entre el vulgo y ya se encuentran a la venta en cualquier mercería de barrio. La semana pasada vi uno de estos ejemplares donde primorosamente bordado se podía leer: Cristiano (y no porque aquella madre quisiera anunciar al mundo que su bebé estaba ya bautizado).

Bolso clásico: Suelen ser de polipiel, charol o tela, con estampado liso, de lunares, o como mucho, toile de jouy (sí hombre sí… el estampado este granate con escenas bucólico-pastoriles que tienen los cojines o las vajillas de loza en casa de las abuelas).

Sirva de muestra un plato de mi suegra.

La gama de colores en el bolso maternal clásico se limita al rosa y azul, aunque se admiten el blanco, gris y beige para las precavidas que esperan volver a reproducirse. Son un clásico los de la marca piececito a piececito. Los encontraréis en los Bazares Isidoro (aka El Corte Inglés).

Un bolso de tela con estampado toile de jouy es más «de ceremonia», ideal para combinar con bebés vestidos de Nanos en bodas, bautizos y comuniones.

Los bolsos de polipiel en tonos pastel, sencillos a la par que elegantes, son parte del fondo de armario de toda mamá clásica.

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 Las mamás bien siempre han comprado este tipo de bolsos en las tiendas de decoración Liquen. Lamentablemente la cadena Liquen entró el pasado año en concurso de acreedores y su último establecimiento abierto en la calle Serrano agoniza en forma de liquidación (parece ser que las mamás bien han caído rendidas ante Amancio Home traicionando a quien se lo dio todo en la década de los noventa).

Hasta siempre.

Bolso mainstream: El pop hecho bolso maternal. Si sois amantes del flower power, o gustáis de llevar zoológicos estampados en los complementos y ropa de vuestros hijos… ¡enhorabuena! ¡casi todos los bolsos son así hoy en día!. En la marca toc-toc, encontraréis lo que buscáis. Eso sí, ojito con traspasar la delgada línea que separa estos bolsos de los de Pocoyó o Hello Kitty. Por mucho que os guste la gata, conteneos. Las trendy mothers tenéis una reputación que mantener.

Ninguna mujer, repito, ninguna mujer, merece empujar un carrito con este esperpento.
Por favor, no perdamos el norte.

La ventaja de este tipo de bolsos es que si no os  ha dado tiempo a arreglaros nadie se va a dar cuenta. El bolso eclipsará vuestra imagen.

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Bolso trendy mother: Ahora lo que se lleva son los bolsos maternales que no parezcan bolsos maternales. La clave es usar cualquier maxi-bolso que te pondrías para ir de compras  informalmente arreglada (que no es lo mismo que ir a la compra arreglada pero informal). OJITO queridas trendy mother nuevas ricas… NO SE VALE comprar un flamante #loewetróspido y colgarlo del carro. El bolso, para que sea trendy, debe parecer usado y con un toque vintage, en plan “soy taaaan guay que llevo los pañales de mi bebé en este bolso de piel de los 70′ que encontré en casa de mi madre”. Consejo: si vuestras madres son gente normal, sin síndrome de diógenes y no encontráis nada por su casa que os apañe, pedid ayuda a vuestro amigo Amancio en sus tiendas Uterqüe o visitad las tiendas Aïta (en este país, para triunfar vendiendo complementos de gama media-alta, o te apellidas Domínguez, o pones diéresis exóticas en los logos).

Una auténtica trendy mother combinaría este bolso con su burroboo para ir al parque. Luego cambiaría el apiretal por el rimmel y se iría a tomar algo a un afterwork
(aunque no trabaje, eso es lo de menos).

Que  los Loewe ahora lleven asas de colorines y los anuncien unos niñatos, no significa que sean bolsos de maternidad. Si os sobra la pasta compradme un Amazona, pero por favor, no colguéis ésto del carro de vuestros hijos.

Si además de ser una trendy mother eres una madre perfectita y por tanto tus hijos jamás vomitan, ni derraman el agua, ni espachurran los gusanitos, puedes atreverte con  el ante y los tonos claros y así terminar de hundir en la miseria al resto de madres del mundo.

Aunque no tuviera hijos, a mí no me durarían ni dos telediarios.
Hay que ser MUY MADRE PERFECTITA para atreverse con los dos de abajo.

Nivel de dificultad: 9/10. A vosotros, padres primerizos, que os creéis expertos cerrando maletas de fin de semana porque gracias a Ryanair ahora metéis hasta la reflex, una cosa os digo: NO TENÉIS NI IDEA. Cuando seáis capaces de abrochar la cremallera de una bolsa maternal con «los imprescindibles», entonces hablamos.

Nivel de peligrosidad: 8/10. Colgar del carro la bolsa maternal + las bolsas de la compra es como meterse el dedo en la nariz: todo el mundo sabe que no hay que hacerlo pero acabamos cayendo una y otra vez. A lo Perlita de Huelva, recordad mi consejo:

Precaución amigo conductor, la bolsa maternal es peligrosa.

Acuérdate de tus niños, que te dicen con cariño ¡vas a volcar mi carrito, mamá!

Contexto en el que la palabra puede emplearse con corrección:

Cariño, o le ponemos ruedas a la bolsa maternal o me niego a llevar tres modelitos para El Gremlin en función de la potencia del aire acondicionado del centro comercial.

**Entrada dedicada a Walewska de Mamis y Bebés, porque aunque llegué tarde a sus recomendaciones (confieso que a mí me colaron un modelo pos-ya-que) siempre me ha parecido increíble la fascinación que siente esta mujer por los bolsos maternales. Si de verdad estáis pensando en comprar uno, no dejéis de visitar esta sección de su blog. En un mundo lleno de cascarrias infantiles ella nos destripa las últimas novedades desde un punto de vista inusualmente sensato. Mamis y Bebés (a pesar de que el título suene un poco cursi) es la «biblia serena» de la puericultura.

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